La crisis social, sanitaria y económica ha exigido un esfuerzo en gasto y endeudamiento público destinado a subsidios, bonos y medidas para los más necesitados, clase media y empresas.
Con este escenario, el Ejecutivo anunció un presupuesto base cero. Supone que la línea de proyección no se efectúa desde el guarismo inercial del año anterior: cada propuesta debe ser revisada y justificada. Positivamente significa que programas y proyectos sean reforzados. Negativamente representa menos recursos, afectando la cobertura, sostenibilidad y/o producción de bienes y servicios públicos.
En la búsqueda de nuevos medios disponibles, el Ministerio de Hacienda identificó en los gobiernos regionales (GoRes) más recursos por la vía de una reasignación de US$ 70 millones. Más allá de los argumentos a favor y en contra que presenciaremos en la discusión del anunciado presupuesto, compartimos tres razones para una mayor y mejor descentralización.
Una democracia requiere de instituciones políticas deliberantes. ¿Qué capacidad de negociación tiene un GoRe con Hacienda?: ninguna. Esta asimétrica condición amparada en el hiperpresidencialismo centralista debe cambiar por nuevos diseños institucionales con más diálogos, consensos y disensos.
La ciudadanía merece mayor accountability. Es inaceptable que la opinión pública desconozca qué programas o proyectos pudieron verse afectados. Una discusión de estas características arribará a un escenario distinto si los recursos son reconocidos ciudadanamente por los habitantes de estos territorios, en vez de continuar resignándolos solo a partidas presupuestarias.
La omisión en el debate regional de los partidos políticos se agudiza por la ausencia de incentivos adecuados: escogiendo a la autoridad regional los partidos destinarán esfuerzos para defender objetivos programáticos y presupuestarios que comprometerán al Ejecutivo electo. Este presupuesto será el último ejercicio a espaldas de las regiones. La elección de gobernadores regionales permitirá el ingreso de los territorios a un mayor estadio de discusión política en nuestra democracia.
Autor: José Viacava Gatica – Instituto de Asuntos Públicos, U. de Chile
Contenido publicado en La Segunda