- La crisis sanitaria no ha sido bien manejada. Al 24 de diciembre, incorporando los casos probables del DEIS, Chile ocupa el sexto lugar mundial en número de decesos por covid por cada 100 mil habitantes, detrás de Bélgica, Eslovenia, Italia, Bosnia y Herzegovina y muy cerca de Perú. Los contagios superan los 2.500 casos diarios, retrocediendo a valores del mes de julio, la ocupación de camas críticas alcanza niveles preocupantes, la positividad viene creciendo y los casos activos superan los 14 mil.
- La política comunicacional ha sido errática y contradictoria. A mediados de abril 2020, el Presidente anunciaba que los colegios volverían a clases presenciales el 27 de abril y, a fines de ese mes, el alcalde Lavín encabezaba la apertura del mall Apumanque. En vez de un mensaje orientado por el principio de precaución, los sucesivos intentos de apertura de tiendas comerciales y restaurants fueron sistemáticamente abortados por la dinámica de los contagios. Piscinas, teatros y gimnasios abrieron antes de tiempo o sin las medidas de prevención necesarias y tuvieron que volver a cerrar. El gobierno falló en transmitir mensajes creíbles y consistentes sobre la gravedad de la pandemia. Sólo hacia finales de año está reaccionando frente a la amenaza de una segunda ola de contagios. La errada política comunicacional ha confundido a la población.
- Los especialistas indicaron desde el inicio la necesidad de una estrategia TTA (tests masivos, trazabilidad y aislamiento de contagios y casos cercanos), apoyándose en la salud primaria, otorgando los recursos necesarios a los municipios. Esto debería haberse complementado con una cuarentena eficaz, de modo de aplanar la curva de contagios y así, reducirla gradualmente. Sin embargo, el gobierno subestimó la importancia de la salud primaria. Privilegió atender la urgencia sanitaria con el foco en camas de urgencia y equipos de respiración mecánica, poniendo menos énfasis en abatir esos casos antes que llegasen a los hospitales.
- Hay que evitar expectativas desmedidas con la llegada de la vacuna. Con suerte, el grueso de la población objetivo estará vacunada en el segundo semestre de 2021. El mensaje del gobierno debe ser claro: no hay que bajar la guardia y para que la gente lo crea, el gobierno no debe adoptar medidas contradictorias.
UNA POLITICA ECONOMICA FRACASADA
5. El gobierno tardó en reaccionar y cuando rectificó, lo hizo regateando recursos. Para que las cuarentenas fuesen efectivas, el gobierno debería haber asegurado el ingreso familiar. Sin embargo, lo hizo con tardanza, a cuentagotas, con recursos muy menores y con protocolos llenos de letra chica que buscaban la hiper-focalización, criterio que hoy critican hasta abanderados presidenciales de la derecha como Lavín y Desbordes.
6. Sin apoyo suficiente del gobierno, el costo de la crisis lo han pagado básicamente los trabajadores. El Estado sólo puso un peso por cada 4 pesos que los chilenos pusieron desde sus ahorros previsionales y fondos de cesantía individuales. Inicialmente el gobierno ofreció un apoyo mensual de $65 mil por persona, monto que, gracias a la presión opositora, llegó a $ 100 mil. El Foro para un Desarrollo Justo y Sostenible propuso, ya en marzo, la urgencia de contar con un Ingreso Básico Universal al nivel de la línea de pobreza definida por el Ministerio de Desarrollo Social. Con un tamaño promedio de la familia chilena de 3,1 miembros, ello significaba un ingreso familiar de $368.000 mensuales. Las tardías medidas implementadas por el gobierno siguen lejos de dicho monto. Por ello, los confinamientos han sido ineficaces. El abrumador apoyo al retiro del 10% de los fondos en las AFP y el insólito proyecto del gobierno para un 2ºretiro muestran el fracaso de la política fiscal en el apoyo a las familias afectadas por la crisis.
7. El apoyo a las pymes ha sido muy insuficiente. Después que el Presidente anunciara un Fogape fortalecido que apoyaría a un millón de emprendedores, lo corrigió el ministro de Hacienda y acotó la cifra a no más de 300 mil. Los apoyos efectivos bordearon esta cifra y, en promedio, ascendieron a créditos por un mes y medio de ventas. Un porcentaje significativo de esos créditos favoreció además a empresas medianas y grandes. Esto más parece un chiste de mal gusto: un crédito tan minúsculo no dialoga con una crisis de ventas que ya excede los 9 meses. Las pymes necesitan créditos de largo plazo que les permitan defenderse durante la pandemia, mantener el grueso del empleo, reacondicionarse y estar preparadas para la recuperación económica. Las microempresas necesitan subsidios específicos en financiamiento, capacitación y asistencia técnica.
8. La debilidad de la política fiscal favoreció una contracción económica superior a la media de la economía mundial. Mientras la economía mundial se contraería 4% este año, la chilena lo hará en 6% y de no mediar los dos retiros de fondos previsionales, la caída habría sido cercana al 9%, uno de los peores desempeños en América Latina. Esto, pese a favorables condiciones financieras internacionales y a una mejora de 7% en términos de intercambio, gatillados por un salto en el precio del cobre en el segundo semestre, llegando a precios record en 8 años durante el último bimestre. Ya son demasiadas las ocasiones en que la autoridad ha decretado el inicio de la recuperación económica. Lo concreto es que el Imacec de octubre es aún inferior en 11% al de diciembre 2019 y octubre es el octavo mes consecutivo de caídas en la actividad económica.
LAS PERSPECTIVAS ECONOMICAS 2021
9. El nivel de actividad de septiembre 2019 se retomará recién en el primer semestre de 2022 y esto, suponiendo recuperación ininterrumpida de la economía mundial y del comercio internacional en 2021. Si bien la evolución reciente y esperada de las economías asiáticas, en especial de China, es un elemento que se presenta favorable en 2021, el próximo año está amenazado por la intensidad de la segunda ola de contagios en Europa y la persistencia de la epidemia en elevados niveles en USA. Con las actuales políticas, el PIB 2019 se recuperará recién en 2022 y el PIB por habitante en 2025. Esto genera un escenario muy complejo para el próximo gobierno.
10. La situación de la economía y el empleo post-pandemia 2021-2022 dependerá críticamente de cómo salgamos de la pandemia. Si salimos con caídas severas del producto y el empleo; con gran destrucción de micro y pequeñas empresas; con aumento en la pobreza; con sectores medios que han caído en la pobreza y con elevado endeudamiento de las familias, entonces la recuperación será frágil y modesta. El BC proyecta que la inversión de 2019 se recuperaría recién en el 2023, desmintiendo el dogma neoliberal de que la rebaja de impuestos a las grandes empresas estimula la inversión. No hay que ilusionarse con el espejismo de una economía reactivada en 2021; salvo que ese crecimiento supere el 6%, ello no será propiamente crecimiento sino más bien rebote después de la caída, recuperación de capacidad productiva que se había perdido.
11.
- El drama del desempleo es una tragedia nacional. El desempleo efectivo afecta a casi 2,5 millones de personas, casi ¼ de la fuerza de trabajo. Se han perdido 1,7 millones de empleos y han debido salir de la fuerza de trabajo 770 mil trabajadores. El desempleo juvenil bordea el 30%. Con la profundidad de la actual recesión, la tasa de desempleo deja de ser el principal indicador del mercado del trabajo, porque hubo un brusco incremento en la población inactiva. El retorno a cierta normalidad laboral sólo se dará cuando se recuperen esos empleos perdidos. Antes de ello, hablar de “generación de nuevos empleos” es un espejismo. En verdad, lo que está aconteciendo es una leve recuperación de los empleos perdidos. Recuperar esos empleos perdidos no será fácil. En la crisis de 1982 y en la crisis asiática de 1999, cuando el desempleo saltó a dos dígitos, tomó 5-6 años que la tasa de desempleo retornase a un dígito.
12. No basta recuperar los empleos perdidos; hay que preocuparse de su calidad. La Encuesta Empleo- Covid19 del Centro UC Encuestas y Estudios Longitudinales de octubre indica que 2/3 de los empleos recuperados desde julio se originaron en empleo independiente o de trabajadores de casa particular. Sin políticas de empleo decente, la recuperación de empleos puede sesgarse hacia una estructura ocupacional más intensiva en entrega de comida, en Uber y otros empleos de baja calificación, sin acceso a seguro médico ni a cotizaciones previsionales. Sería un nuevo retroceso en la calidad del empleo y un nuevo aumento en la desigualdad.
13. El costo social de esta crisis aún no es bien percibido por el gobierno. A fines de 2019, la mitad de los trabajadores ganaba al mes $ 400 mil o menos (450 mil los hombres y 352 mil, las mujeres) y la mitad de las familias percibía un ingreso de $ 849 mil pesos o menos. Cualquier cálculo elemental de gasto en arriendo, transporte, alimentación, salud y educación conduce a una elevada deuda familiar para poder subsistir. De acuerdo al INE, la caída de ingresos durante este año afecta a 1/3 de la población ocupada y a casi la mitad de los ocupados informales. La situación social se ha agravado. El impacto social de la pandemia afecta a no menos de 4 millones de personas: 2 millones por el shock ocupacional y una cantidad parecida por caídas de ingresos.
LA POLITICA FISCAL ES CRUCIAL PARA SALIR DE LA CRISIS
14. La política fiscal no está colaborando a salir de la crisis. El ministro Briones hace malabares estadísticos que confunden a la opinión pública. Compara el presupuesto 2021 con el presupuesto aprobado para 2020, un año sin pandemia. Por ello dice que el presupuesto aumenta en 10%, sin considerar el incremento de gasto a que se vio obligado por la irrupción de la pandemia. Al compararse el presupuesto 2021 con el gasto efectivo en que ha incurrido el gobierno este año, la variación es cero. El presupuesto 2021 es neutral; no es expansivo como difunden los medios oficialistas y no aporta un impulso fiscal para la actividad económica, como aconsejan los organismos internacionales pertinentes y como lo están haciendo las economías de la OCDE. La política fiscal no está comprometida con la reactivación, así como tampoco se ha apreciado un compromiso con la transparencia fiscal en la gestión del Fondo Covid. Hacienda tampoco ha cumplido con el compromiso contraído en junio de establecer una mesa de trabajo con las organizaciones de pymes y las agencias gubernamentales involucradas para atender sus demandas.
15. En el corto plazo es posible aumentar el gasto público, vía endeudamiento y uso de fondos soberanos. Según el FMI, Chile en 2020 y 2021 continuará siendo el país con la menor deuda bruta sobre el PIB en la OECD, salvo Luxemburgo y Estonia, y con la menor deuda neta en países con similar calificación de riesgo, incluso más baja que Arabia Saudita. La tasa de interés seguirá en niveles históricamente bajos por muchos años. Los Fondos Soberanos superaban los US$ 19 mil millones a fines de octubre. Es posible y necesario gastar más en protección de la salud, apoyo al ingreso de las familias y a las pymes, sin caer en irresponsabilidad fiscal. Así lo está haciendo el grueso de las economías OECD y Chile tiene el espacio para hacerlo, sin afectar la disciplina fiscal. Pareciera que Teatinos 120 sigue más pendiente de satisfacer a las calificadoras de riesgo que a las demandas ciudadanas.
PROPUESTAS
Costará dinamizar la demanda por el elevado nivel de desempleo, el incremento en la tasa de pobreza y la pesada carga de la deuda que aflige a millones de familias. Están desapareciendo miles de pequeñas empresas y, por tanto, la economía será aún más concentrada. La reactivación económica será lenta e incierta, pues dependerá mucho de la evolución sanitaria. El gobierno insiste en que será la inversión privada la que reactivará la economía y para ello premia a las grandes empresas con rebaja de impuestos y depreciación acelerada, pero estudios recientes para países de la OCDE vuelven a evidenciar que ello no es así. En el contexto recesivo actual y de expectativas inciertas, la inversión privada no reacciona. Lo que impulsará la
reactivación es el apoyo al ingreso de las familias, en primer lugar, y la inversión pública en segundo. Por ello, es fundamental mantener políticas monetarias y fiscales expansivas durante 2021. Proponemos para ello, un Fondo para la Reactivación y el Empleo Decente, concentrado en las pymes y en las regiones.
- Sostener los ingresos familiares mientras dure la emergencia sanitaria, jugándose porque nadie quede al margen de financiar su canasta básica, a través de un IFE más ágil y expedito que atienda regiones afectadas y no discrimine por comunas. Al mismo tiempo, se requiere utilizar el fondo solidario de cesantía, ampliando sus recursos.
- Apoyar con más recursos humanos, tecnológicos y financieros a los centros de salud primaria en la prevención y contención de la pandemia; asegurando la logística y oportuna distribución de las vacunas.
- Apoyo efectivo a las pymes con un Fogape fortalecido, con créditos de largo plazo, con bajo interés y renegociación de deudas. Esto debe ser acompañado por subsidios a micro y pequeñas empresas que requieran reconversión y adaptación a las condiciones de pandemia y post-pandemia. Ello debe hacerse vía sistemas descentralizados de asesorías y apoyo técnico para ellas.
- Impulsar inversiones públicas intensivas en empleo, identificando con transparencia las inversiones concretas a realizar y los plazos de licitación y concesión. La prioridad es la vivienda social. Ello debe ser acompañado por una infraestructura digital Internet para Todos que no deje a nadie a la vera de esta autopista del siglo XXI. Esto debiera ir acompañado de un gran programa de capacitación laboral, probablemente al alero de algunas universidades o institutos técnicos, orientado a que la fuerza de trabajo pueda readaptarse en mejores condiciones a la realidad productiva, intensiva en digitalización, a medida que se vaya saliendo de la crisis actual.
- Es fundamental asegurar el Empleo decente. Para ello, las pymes deben contar con apoyo financiero, tecnológico, capacitación y asistencia técnica que les permita elevar su productividad y sostenibilidad y los trabajadores mejoren sus capacidades para la economía del futuro.
- Fortalecer gobiernos regionales y locales. Descentralización en las políticas para combatir pobreza y vulnerabilidad. Descentralización en fomento a pymes y capacitación. Restitución de fondos municipales perdidos durante la pandemia. Traspaso efectivo de recursos y atribuciones a los gobernadores regionales.
Santiago, 26 de diciembre, 2020
Foro para un Desarrollo Justo y Sostenible